lunes, 26 de octubre de 2009

FESTIVAL ARTISTICO DE LA RAZA P'URHEPECHA


Ganadores del Concurso del Año Pasado











Existe el compromiso de llevar el evento a la capital del estado, señaló Leonel GodoyLos Jilgueros de Tarecuato, en Zacán Foto: FOTO MARTÍN EQUIHUA





Culmina el 38 Concurso Artístico de la Raza Purépecha en Zacán   (Fuente La Jornada Michoacan)

Se enmarcaría en los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución



CARLOS F. MÁRQUEZ ( Enviado)


Zacán, municipio de Los Reyes, 18 de octubre.- volvió a poblarse este pasado fin de semana con el regreso de migrantes de Estados Unidos y otros profesionistas que encontraron en los estudios universitarios la forma de sobreponerse a la erupción del volcán Paricutín.

La fiesta religiosa de San Lucas y el Concurso Artístico de la Raza Purhépecha son los motivos del regreso a la tierra de origen y es que como afirmó el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, ayer durante la clausura del concurso, es éste el encuentro indígena más importante en todo el país y debido a la relevancia del contexto, asumió el compromiso público de impulsar una ley de derecho y cultura para los pueblos indígenas de Michoacán, pues consideró que ésta es la mejor forma de apoyar a los pueblos originarios.

En la clausura del Concurso Artístico de la Raza Purhépecha que llegó a su emisión 38, Leonel Godoy reconoció que existe con este concurso un compromiso que todavía no se ha cumplido: llevarlo a Morelia, lo cual resulta aún más importante frente a los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, por todo aquello que implica difundir lo que nos distingue como un pueblo independiente y soberano.

Bajo la superficie de este concurso, en la vida íntima de los pueblos purhépecha, se agita el fervor religioso que le da un significado especial al concurso: la fiesta en honor a San Lucas, que sin ser el patrono del pueblo ha ganado mayor trascendencia y Honorio González, hijo de la carguera para esta fiesta, explica por qué: “por lo que me decía mi padre, ésta es una celebración tan añeja que cuando era niño sus papás lo traían a la fiesta. Como San Lucas es el patrono de los ganaderos, esta era una fiesta de tipo ganadero inicialmente, donde mucha gente del Bajío y de la Tierra Caliente, así como de otras muchas partes, venían a ofertar su ganado y me platicaba él que en las afueras de Zacán ponían unos corrales grandes”.

Itzi González, que comparte las labores de la carguera, refirió que la concepción de San lucas como patrono de los ganaderos tiene un origen bíblico: “cada uno de los evangelistas tiene un símbolo que lo identifica; Mateo con el Hombre, Marcos con el León, Juan con el Águila y Lucas con el torito. Lucas es el único que habla de la infancia y nacimiento de Jesús”.

Las leyendas y los mitos en torno a esta celebración la hacen aún más entrañable para los pueblos indígenas y particularmente para los habitantes de Zacán: “justo por esta calle, (La Galeana, donde tiene su hogar la carguera) al acercarse la fiesta, dicen que en las noches oían bramar un torito y esto era señal de que ya estaban anunciando la fiesta de Zacán. Las personas adultas cuentan que cuando el torito empezaba a bramar, era para que se escuchara en toda la Tierra Caliente, en toda la parte baja, para llamar al ganado y de esto hay un indicio: justo a la mitad de la calle conservamos una piedra que tiene grabada la pezuña de un torito”.

Es tradición que en Zacán, el 18 de octubre, la gente acude al templo con figurillas de toros u otros animales domésticos para bendecirlos. Honorio González comenta: “ahora, la gente de los pueblos vecinos que tiene en su casa algunas vaquitas, sin ser propiamente ganaderos, vienen y compran sus toritos para la misa principal de San Lucas y van a que se los bendigan, no tanto como una cuestión pagana de adorar un ídolo, sino como muestra de agradecimiento y de la fe que le tienen al santo patrono para que sus vaquitas tengan becerritos”.

Zacán celebra con puertas abiertas, pues todo visitante es bien recibido con alimentos y un trago para entrar en confianza, es en esa generosidad donde las mujeres tienen una función esencial para la fiesta, Itzi González señala que “es muy tradicional de todos los pueblos purhépecha que el trabajo rudo, de campo, les toca a los hombres y la mujer se encarga siempre de la comida, de atender. Así lo marca la tradición y la gente”.

La casa de la carguera sacrificó para esta fiesta dos puercos de unos cien kilos cada uno y se compraron por lo menos tres anegas de maíz para corundas y tortillas, además de algunos costales de chiles, pues aunque entregan a San Lucas el día 17, la celebración termina hasta el 19 con el Toro de Once, que es como llaman a la tradición de llevar un toro por las calles, mientras los jóvenes van bailando. El toro es sacrificado y da inicio el jaripeo, la parte profana del festejo.

Honorio González afirma que el carguero o carguera es elegido por el propio San Lucas, pues hace 17 años su madre estaba por entrar al quirófano para ser operada de la vesícula, entonces fueron a pedir el cargo pero para tenerlo tenían que esperar cinco años, sin embargo, el carguero de ese año no pudo cumplir con el compromiso y tampoco los de los otros cuatro años, así que pudieron resguardar a San Lucas durante todo un año en su casa. La mujer se alivió repentinamente y cuenta que ya no tuvo que ser sometida al quirófano.

Teresa Bravo Ruiz, la carguera de este año, comenta que San Lucas ha estado en tres ocasiones en su casa, sólo por gusto o en agradecimiento de un milagro. Ahora, ella regresó de Los Reyes, donde actualmente vive, porque no quería dejar encerrado al santo, así que pasó todo un año viviendo sólo con su hija menor y platicando con el santo: “por la noche le decía a San Lucas; ya me voy a dormir, acompáñanos, que no nos asuste nadie y ya me sentía yo tranquila”.


Esta celebración afirma también los vínculos comunitarios, prueba de ello son los billetes que en forma de moño porta en la cabeza la carguera, los cuales se los colocan los parientes para ayudar a sostener el festejo y los vecinos aportan también otras cosas en especie. Teresa Bravo es carguera este año por iniciativa de sus nietas que solicitaron el cargo, lo cual le hace pensar que la tradición todavía tiene una larga vida.



Noticias Documentales e Historia
Necesario defender y conservar la lengua materna y la cultura: LG

Ernesto Paz King
Agencia Infomania
Destacó el mandatario estatal que Zacán es la máxima expresión cultural.


Lamberto HERNÁNDEZ MÉNDEZ/ ZACÁN, Mpio. De Los Reyes, Mich.- Qué bonito es lo bonito. Millares de gentes llegaron de todos lados; la cultura en sí en toda su expresión, música, danzas, artesanías y gastronomía, se conjugaron para ser lo que dijo Leonel Godoy: “Zacán es la máxima expresión cultural del estado y el país”; también señaló que en adelante, los triunfadores de Zacán saldrán a otras ciudades de Michoacán y México, para dar a conocer ésta, nuestra fiesta michoacana, tal y como lo propuse en un reciente ensayo sobre la pirekua.




Y la tradición sigue vigente, desde que el ingeniero Cárdenas era gobernador, no ha fallado ningún mandatario estatal a esta festividad, Leonel Godoy no sería la excepción, conocedor de nuestra cultura y las tradiciones, sabe también que esta pequeña población de la Meseta Purhépecha, es cuna del rescate y preservación de esa cultura.

Los Rayos del Sol de Angahuan en pirekuas, las bandas juvenil y nueva de Ichán, municipio de Chilchota, fueron los triunfadores, así como las danzas de Los Kúrpites de Caltzontzin y San Juan Nuevo, las más coreadas, aunque al final del evento, los primeros tuvieron que esperar al menos dos horas en el auditorio “Melchor Díaz Rubio” durante la madrugada de ayer, ante el temor de ser agredidos por sus acérrimos rivales danzantes, finalmente la cosa no pasó a mayores.

Un auditorio por cierto que cada vez es insuficiente para albergar a los visitantes que llegan por miles de todas partes del mundo, lo que obliga a que en breve se vea la posibilidad de aumentar las gradas.

Es necesario replantearse también la urgencia de construir un libramiento para descargar el tráfico vehicular que cada festividad, se convierte en un verdadero caos y un eminente riesgo para los peatones; aprovechar que se está remodelando y modernizando la carretera con el equipo suficiente y adecuado.

Pero vayamos a la cultura, un domingo soleado y una multitud en un ir y venir por la calle principal hacia el kiosco y la huatápera donde los visitantes podían apreciar el arte sacro y antiquísimo de la capilla de Santa Rosa de Lima o bien, en los portales y patio, la exposición artesanal, principalmente en lo referente a prendas de vestir para caballeros y damas, elaborados a base de punto de cruz de las hermanas Isiló, Gloria y Eufemia Méndez, Eva o Brisa Hernández, o los sombreros de Epifanio Huendo, así como las figuras talladas en madera del Nán.

La música de banda en todo lo alto del kiosco del jardín central, en su entorno, los grupos de amigos ingiriendo una fría y suculenta bebida de moderación; a un costado de la escuela primaria, los “gritones”de llévese una, una más, échale otra y de regalo otra más. Puestos de venta de miel, pan, dulces y el nevero, comida diversa para todos los gustos, los puestos de bebidas o “cantaritos”, los juegos mecánicos y hasta el camaronero, hicieron su agosto en octubre.

Todo esto durante la mañana, al mediodía, los encuentros de básquetbol y fútbol, ambos escenarios atiborrados de aficionados, amigos o familiares de los actores, pero más por el hecho de ser paisanos, mientras los “mandaderos” iban y venían por los seises de bebidas de moderación, que en nada moderaron su consumo; pero era algo así como dejar pasar el rato mientras las ollas de churito de cofundas hervían en sus respectivas casas y en la casa del jefe de tenencia Jesús Servín Galván, más conocido como “El Pirus”, a donde llegaría el gobernador Leonel Godoy y su comitiva.

Así ocurrió, llegó Leonel, acompañado de Jaime Hernández de la secretaría de cultura y vimos por ahí también a la rectora de la Universidad Michoacana, Silvia Figueroa acompañada del contralor de nuestra Máxima Casa de Estudios, Nacho Campos Equihua.

Pero déjeme le cuento que en el atrio del templo de San Pedro, el patrono del pueblo, era una estampa de colores, una verdadera obra de arte, toritos de barro de Ocumicho, Charapan o Pamatácuaro; la gente lleva su torito al interior de la iglesia y lo frota con las ropas de San Lucas, protector de los animales, principalmente bovino, es para que les vaya bien, con la bendición del santo y luego de haber depositado la respectiva limosna.

A eso de las cuatro de la tarde, sale la comitiva de casa del “Pirus” caminando se dirigen hacia el estacionamiento del auditorio cultural; ya se les ha bajado el churipo con la caminada y ahora prueban los atoles, de cajeta, trigo, de chaqueta, leche, naranja, nurite, fresa, zarzamora, de maíz, epazote, piña, blanco y de toquere, entre otros. Leonel iba con su esposa Magdalena Ojeda quien aprovechó y preguntó algunas recetas a las mujeres zacanenses que expusieron la diversidad de atoles.

Antes de ingresar al auditorio, el gobernador fue entrevistado por varios medios informativos, muchos de ellos que transmitían en vivo y acompañado de Karina Lizeth Chávez Rojas, directora de información y prensa, con quien sostuve una amena charla. Ahí, dijo Leonel que es necesario defender y conservar la lengua materna, las costumbres y tradiciones.

Zacán es sin lugar a dudas la máxima expresión cultural, centro de la máxima expresión artística de la tradición purhépecha. Destacó que es necesario participar todos en la defensa de la lengua materna, la música, las danzas, la cultura, gastronomía y las artesanías, que nuestro patrimonio; dio a conocer que en adelante, los triunfadores de Zacán ya no se quedarán todo un año en espera del siguiente concurso, se presentarán en diversas ciudades de la entidad y del país, máxime el próximo año en que se conmemora en bicentenario y centenario de la independencia y la revolución, respectivamente.

Ya entrados en el concurso, en la edición número 38 y ante un lleno hasta el tope, los artistas hicieron gala de su repertorio, pero la algarabía llegó a su clímax cuando participaron fuera de programa, el Dueto Zacán, René y Chavalín interpretaron magistralmente varios temas de este lugar, fueron ovacionados y reconocidos, sin lugar a dudas por el respetable.

Pero el auditorio se convirtió en un verdadero manicomio, en una sucursal del infiero, válgase el ejemplo, cuando Humberto Méndez Campos, la voz oficial del concurso artístico de Zacán, anunció a los presentes la actuación de Andrés Campos Salceda y su grupo Tumbiecha, quienes dieron muestra de su gran calidad y profesionalismo, la ejecución de los violines y el tololoche al ritmo de un zapateado bajo las notas de Arriba Pichátaro.


Pasaron y pasaron las horas, las actuaciones de Los Kúrpites de Caltzontzin y San Juan Nuevo, hicieron que salieran a relucir viejas rivalidades por ser el mejor grupo de danza, una rivalidad sana pero que en ocasiones pasa a mayores y que incluso ya han sido advertidos por el comité organizador de ser vetados si las cosas se recrudecen.

Durante la madrugada de ayer lunes terminó la fiesta cultural y se entregaron los premios. Ayer, a las once de la mañana salió el tradicional recorrido del “toro de once”, un cuadrúpedo adornado con papel crepé y muy bien atado con lazos que los jóvenes encauzan por las diversas y principales calles hasta llegar a la pilita donde hacen un descanso antes de salir a la carretera, llegar a la cancha de básquetbol, siempre al ritmo de las notas que interpretan dos bandas de música y se va bailando en torno al animal, claro, la bebida refrescante y de moderación no había de faltar, así llegan hasta el toríl, allá junto al auditorio cultural, es un preludio para el jaripeo, es como una invitación.

La gente se acompaña de regreso, se van a comer al recalentado o bien un buen taco de carnitas allá frente a la tienda de Álvaro Valencia, también Chon Cortés mandó anunciar que vendía carnitas pero las mejores, “tiernitas y bien gorditas”, las de los hijos de Tío Lico, allá junto a la tienda de Indalecio.

Por la tarde al jaripeo y en la noche el tradicional baile popular. Así terminan las festividades de este año y nos vemos en la edición número 39 el próximo 18 de octubre del 2010.




Presenta Michoacán propuesta a la UNESCO Posted by Alicia Boy On Junio - 29 - 2009


Impulsa Michoacán reconocimiento nacional y mundial para Las Pirekuas y el Festival de la Raza Purépecha, de Zacán.




Con el apoyo de intelectuales, artistas y escritores purépechas, la Secretaría de Turismo del Michoacán inició este mes dos nuevas acciones para fortalecer la Ruta de Don Vasco a través de su riqueza cultural:

1. Integrar el expediente para inscribir a las Pirekuas en la lista del Patrimonio Mundial el próximo año y

2. Solicitar el Premio Nacional de las Artes a favor del Festival de la Raza Purépecha que se realiza cada año en Zacán.



En el Hospital de Zacán, uno de los espacios representativos de la Ruta de Don Vasco, el Secretario de Turismo del Estado, Genovevo Figueroa Zamudio giró instrucciones para la integración de los dos expedientes con la participación de la sociedad purépecha.

Recordó que el Gobierno del Estado mantiene un trabajo constante para poner en valor el patrimonio histórico y cultural, a fin de consolidar a la entidad como líder en Turismo Cultural. “Por muchos años México impulsó como su fortaleza turística a los destinos de sol y playa, pero donde están las manifestaciones culturales es donde el viajero puede ver el rostro del verdadero México”.
El Director del Patrimonio Mundial en México para la UNESCO, Francisco López Morales, comentó que en Septiembre de 2010 será la próxima Convención del organismo internacional, en donde se inscribirá la candidatura de la Pirekua a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Aplaudió que la idea de poner en valor a la Pirekua se inscriba “en un proyecto de gobierno perfectamente articulado, que es la Ruta de Don Vasco. Estas acciones van encaminadas a esta gran visión de tener al patrimonio cultural vivo como un recurso no renovable, que hay que salvaguardar para que sea el detonante fundamental del turismo”.
Por su parte el antropólogo e investigador Adalberto Ríos Szalay, presente en el evento, destacó el hecho de que México se decida nuevamente por un elemento michoacano. “Hay que felicitar a Michoacán nuevamente por este modelo que es vanguardia del turismo cultural que es la Ruta de Don Vasco”.
La Pirekua es una manifestación representativa de la enorme tradición cultural del estado, donde se unen las raíces purépecha e hispánica en una expresión viva, definió López Morales.
Puede tener expresiones “desde la cuna, hasta aspectos funerarios, desde luego la celebración, la nostalgia, el canto a la mujer, el canto a la tierra y el canto incluso testimonial de hechos sociales”, agregó el investigador y antropólogo Adalberto Ríos Szalay.
Concluyó que la Ruta demuestra que se puede vivir de las herencias, no dilapidándolas sino utilizándolas. “Porque otro elemento más que tienen estos aspectos culturales es que existen y se pueden desarrollar a partir del respeto profundo a lo antiguo”.
Por otra parte, el Festival de la Raza Purépecha de Zacán, que se realiza cada 18 de octubre llegará este año a sus 38 ediciones y constituye un evento único en su tipo.




Este evento reúne en cada edición a más de 600 grupos de músicos (pireris), danzantes y cantores de todas las regiones purépechas de Michoacán que acuden a exponer su arte. Se trata principalmente de gente de campo, artesanos, maestros y otros profesionistas del pueblo purépecha que, orgullosos de su herencia, a lo largo del año preparan sus trajes, componen sus canciones o ensayan las danzas y los cantos que heredaron de sus ancestros, para presentarlas ante una multitud de otros purépechas reunidos en el pueblo de Zacán.
A fin de impulsar la propuesta, pobladores de Zacán ofrecieron información documental, fotografías y videos del evento, desde su nacimiento hasta la actualidad.

El Premio Nacional de Ciencias y Artes constituye el máximo galardón que otorga México a través del Gobierno Federal, a los creadores, intérpretes, docentes, investigadores, divulgadores y conservadores de las manifestaciones científicas y culturales del país.




Los europeos zapatearon con “Arriba Pichátaro”
Por : Lamberto HERNÁNDEZ




El grupo p'urhépecha Tumbiecha, hizo cantar y bailar a miles de africanos durante un magno concierto ofrecido en un escenario montado sobre las aguas del río Níger, en África, donde zapatearon muy a su estilo el “Arriba Pichátaro”, en donde se dieron cita altos jerarcas de las tribus de esa región y ministros; en París Francia, La Marsellesa quedó, literalmente, en segundo sitio tras escuchar a los zacanenses interpretar magistralmente nuestro himno, La Josefinita, y en el World Congress Center de Georgia, los integrantes del grupo Tumbiecha hicieron que reviviera a muchos de los asistentes, sus orígenes, sus raíces latinas, mexicanas y p'urhépecha.
La gira
La gira internacional del grupo Tumbiecha (jóvenes), originarios de Zacán, incluyó tres continentes, el europeo, africano y americano, sería su primera experiencia en lugares tan lejanos, a miles de kilómetros, distantes y diferentes de su cultura, de sus tradiciones, de la gastronomía, de su terruño y de sus cuates, pero había que enfrentar este reto, de llevar nuestra cultura a donde sea posible, así sea al otro lado del mundo.
La primera escala fue en París, Francia, ahí, en la ciudad de la luz, los músicos zacanenses ofrecieron un exitoso concierto en el prestigiado teatro de Chätelet, una sala llena de glamour e historia, donde se han presentado los mejores y más prestigiados artistas, aquí donde se ha ejecutado su himno, musicalmente hablando, La Marsellesa, también retumbaron los sones abajeños de la Cañada de los Once Pueblos de Michoacán, los sonecitos de Zacán, de Aranza, de Sevina, de San Lorenzo y de Jarácuaro.
Se dio una muestra magistral de la melancolía de nuestra gente, vestidos a la más pura usanza de nuestros pueblos, se escuchó el himno p'urhépecha, La Josefinita, como digna representante, cumplió con el cometido de hacerle frente a la marsellesa.
En la segunda parte del programa, Los Tumbiecha (jóvenes) mostraron coloridas y ricas pinceladas de la geografía musical tradicional de México; la música que llegó a nuestro país de Europa en el siglo XVI, regresó a París, a sus orígenes, pero ahora transformado en canción ranchera, en huapango, en son calentano o en pirekua.
La música europea al estilo mexicano, con más alegría, más sabor y ritmo, que hizo cantar y aplaudir a los fríos habitantes de esta región, quienes al escuchar el tema de “Tierra Mestiza”, de Gerardo Taméz, fue reconocida por el respetable, el tema sin lugar a dudas es una clara muestra de esa forma musical europea que se transformó precisamente con ritmos y acordes cálidos del gusto y sentimiento de la tradición mexicana.
La travesía



Tras el éxito en Francia, Tumbiecha hizo maletas, se guardó los huaraches, el gabán y el sombrero, los instrumentos musicales y abordó el avión de la línea Air France, con destino a otro continente, el africano, con nuevos sueños y un futuro incierto debido a la diferencia de costumbres y cultura, pero allá va ese grupo de seis jóvenes o tumbiechas. Como dijera mi compañero periodista Arturo Rodríguez, dónde no habrá un zacanense, hasta en la sopa. Así es, afortunadamente, para bien de México y la humanidad.
Allá, en aquel lejano país, realizarían una serie de presentaciones y conciertos en el marco del quinto festival internacional “Sur le Níger”, en la ciudad de Ségou, Malí, con la oportunidad de mostrar al mundo la música tradicional p'urhépecha, gracias al apoyo de José Luís Cruz, director del festival internacional Hollín Kan de México y el apoyo decidido del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Al llegar al aeropuerto de Bamako, Malí, el grupo fue recibido por el Ministro de Cultura y de ahí trasladados por tierra a la ciudad de Ségou.

Justamente en ese momento comenzó otra gran experiencia para el grupo, cruzar la sabana de aldea en aldea, fue sin duda alguna el primer contacto con un mundo de otro color, literalmente hablando, todas las formas y colores contrastaban de una manera impresionante, sencillamente era otra forma de vida y costumbres, distinta o diametralmente opuesta a la nuestra.

Concierto sobre el río Níger

Una vez en el lugar de la cita, realizaron dos presentaciones sobre un gran escenario montado especialmente sobre el río Níger, en la ciudad de Ségou.
Ahí, sobre las aguas quietas y mansas todo fue fiesta, alegría, gozo y pasión, ahí donde se toca y se baila solamente una vez al año, ahí donde la vida cotidiana se vuelve concierto, ahí donde todo el continente negro se da cita para compartir con el mundo sus orígenes más ancestrales.
Artistas y grupos de renombre de todo ese continente fueron llegando, cada uno con su forma particular de cantar y de bailar, todos con las galas distintivas de cada región.
Llegaron también altos jerarcas de las tribus para presidir la gran ceremonia inaugural de una fiesta que celebra la hermandad, el amor y la paz a través de las manifestaciones más sublimes del ser humano, las bellas artes.
De manera innegable, llegó el momento en el que el sueño de llevar la música p'urhépecha por todo el mundo comenzó a tomar forma, ese momento donde la diferencia de credos, de idiomas, de razas y de color entre los seres humanos deja de ser un obstáculo y la comunicación fluye a través del idioma universal que es la música.
Ese vehículo lleno de tonos y semitonos, de acordes y armonías brillantes, de ritmos acompasados que incitan siempre a bailar; había llegado el momento de la verdad, de una realidad que solo se compara con lo cierto y lo palpable, ahí estaban los jóvenes p'urhépecha, esos chamacos de Zacán, montados sobre un gigantesco escenario, en medio de esas aguas que por instantes tomaban la forma y esencia de nuestro lago de Pátzcuaro o al menos eso se imaginaban para sentirse más en confianza, según me comentaron.
El ambiente era ideal para dar paso a un son abajeño, a ese sonido creado y compuesto en la Meseta Purépecha, a miles de kilómetros. A pesar de la forma estética tan distinta de nuestra música, la comunión con la multitud era honesta y legítima, festejaron como propios los sonecitos, las polkas, los huapangos, nuestro Juan Colorado se tiñó de un tono más oscuro al ser ovacionado por tantas manos de color, pero el chicoteado del tololoche de parte de Julián Campos “El Pelakuas” y el zapateado colectivo al momento de interpretar “Arriba Pichataro”, realmente cumplió su cometido, la energía levantó a los más de siete mil asistentes, en su mayoría jóvenes, quienes a su modo bailaron un zapateado masivo que por momentos los hizo sentir purépechas y muy mexicanos.
Andrés Campos Salceda, Fernando Campos Sánchez (Tacho), Julián Campos Cisneros (Pelakuas), Gilberto Campos Aguilar (Flaco), Tomás Campos Aguilar (Tomy), José María Aguilar Echavarría (Chepe) y José Manuel Lemus (El Pollo), cumplieron, hicieron que nuestra bandera ondeara victoriosa en lo alto, era el punto clímax ese instante, cuando el orgullo no cabe en el pecho, ese momento cuando estando lejos de tu terruño, se disfruta más el ser indígena mexicano, es ahí cuando te quitas el sombrero en señal de agradecimiento y respeto por la vida.

Finalmente, la misión de Tumbiecha, del Festival Internacional Hollín Kan y la del Festival Sur le Níger, había logrado su propósito, todos compartieron lo propio con el resto del mundo, era evidente y palpable la hermandad de los indígenas del mundo, la energía positiva inundó el lugar y se manifestó en ese momento cuando todos los grupos integraron uno solo.

Fue entonces que apareció sobre el escenario, sonriente y elegante en traje de gala, la máxima estrella de Malí e hijo predilecto de Ségou, Sheick Tidiane, juntos y bajo su dirección ofrecieron el concierto de la alegría y de la paz; con un ritmo obstinado y contagioso, lograron enaltecer los valores que le dan soporte a la hermandad, demostraron que los seres humanos son capaces de compartir y convivir en armonía, en cualquier escenario y bajo cualquier circunstancia, siempre y cuando el fin común sea el respeto, la felicidad y el bienestar de la humanidad.
De regreso a México
El grupo Tumbiecha regresó a México tan solo durante cuatro días, solo tuvieron el tiempo suficiente para abrazar a su respectiva familia, cambiar de ropa y de maleta, echar otros huaraches y calzones e iniciar una nueva aventura.

Ahora hacia otro mundo, otra cultura y otras tradiciones o más bien, costumbres, hacia los Estados Unidos de Norteamérica.
El objetivo, conquistar en Georgia, el World Congress Center de Atlanta, en un país ostentoso, pero de grandes avances tecnológicos, la tierra del llamado sueño americano para muchos, estaban de visita con los vecinos del norte, la misión, la misma de siempre, llevar nuestra música y compartir la riqueza cultural de México, solo que ahora con el auspicio de Xcaret, de Can Cún, Quintana Roo.
Fue importante agregar un ingrediente más para este objetivo, era el momento adecuado para rescatar en esencia la imagen digna del indio mexicano a través de un concierto musical, por ello presentaron un programa artístico que habla de nuestra gente, de nuestros pueblos, sus riquezas y bellezas naturales.
El foro fue acondicionado con un despliegue impresionante de tecnología, con gigantescas pantallas en donde fueron apareciendo una a una, imágenes y rostros de México, de norte a sur, de este a oeste, hermosas playas y valles, lagos y montañas, ciudades y parajes de ensueño, todo lo que somos como nación.
La magia de la música hizo su parte y lograron entablar comunicación con un público que apreció, disfrutó y terminó de pie aplaudiendo las obras de Tata Juan Victoriano, de Juan y Vicente Méndez, J. Santos y Lambertino Campos, de Jesús y Bruno Chávez, de Luís Cuara, de Teodoro Vicente Lemus, Florencio Martínez, Nicolás Bartolo y por supuesto, el “Arriba Pichataro” de Daniel Plancarte.
Tumbiecha se despidió de Norteamérica, con la promesa de regresar en septiembre próximo pero ahora en Los Ángeles, California, en donde ofrecerán un concierto para los miles de paisanos durante la celebración de las fiestas patrias y el tradicional grito de independencia.

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